Educar para el sida no es sólo educar en la prevención de la transmisión desde el punto de vista físico.
Es algo mucho más complejo.
Es también educar en actitudes seguras y responsables, en edades como la infancia y la adolescencia en las que parece mucho más “vivo” aquel que transgrede la norma que quien la respeta, el que va por el filo de lo prohibido que el que transita por la zona de lo permitido.
Es educar en la conciencia de que vivir con VIH/sida es algo que puede pasarnos a todos, y no sólo un flagelo propio de grupos de riesgo que nos permita pensar despreocupadamente “a mí no me va a pasar”.
Es, finalmente, enseñar solidaridad social. Enseñar que un enfermo no es alguien que debe ser repelido, condenado ni aislado, sino alguien que requiere más que nunca nuestra ayuda, nuestra comprensión y nuestra colaboración. Brindándole acceso a la educación, al trabajo, a la salud. Respetando su derecho a ser parte de la sociedad.
El problema mayor no es que nuestros chicos y chicas no tengan información. Sino qué información, cómo y de quién la reciben. Si nosotros no hablamos con ellos sobre estos temas, estamos dejando un espacio que llenarán la televisión, las revistas, los estereotipos sociales, la calle. No siempre serán fuentes confiables. No siempre el mensaje será el deseado.
Como referentes en su formación tenemos la obligación de educarlos en salud.
El Estado, además, no puede ser neutral frente a una epidemia de esta magnitud, ni mirar para otro lado. La prevención del sida es un tema clave, no sólo para la salud pública sino también para la educación pública, por eso comprometemos nuestro esfuerzo para lograr que este material llegue a todas las escuelas del país.
Confiamos en que les resulte útil en la tarea a afrontar.
Cordialmente.
Daniel Filmus
La información expuesta en las subpáginas siguientes es un aporte de: Fundación HUÉSPED en acción contra el SIDA.Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.”Hablemos del sida en la escuela”.Colección educ.ar